Su restaurante Mugaritz, situado en Rentería (Guipúzcoa), es un caserío en un entorno en plena naturaleza. Mugaritz significa "roble fronterizo" en euskera. Mugaritz tiene un fuerte toque rural, ya que anteriormente fue una lechería. Está considerado entre los diez mejores restaurantes de mundo. Ha sido reconocido por la revista británica "Restaurant Magazine" como el cuarto mejor restaurante del mundo. Posee dos estrellas Michelín y Tres Soles Campsa, además del reconocimiento de la prensa gastronómica mundial.

 

 

Aduriz ha trabajado, entre otros, con Ramón Roteta, Hilario Arbelaitz, Jean Louis Neichel, Juan Mari Arzak, Fermín Arrambide y Pedro Subijana. Durante los años 1993 y 1994 formó parte del equipo de El Bulli, dirigido por Ferran Adriá. En 1996 fue de jefe de cocina con Martín Berasategui. En 1998 empezó su trabajo en solitario en Mugaritz, restaurante que dirige desde entonces y que ha sido galardonado con diferentes premios y reconocimientos. Andoni Luis, es claro discípulo de Ferran Adrià. Ha ido desarrollando una cocina característica a la que incorpora, entre otras cosas, una gran cantidad de flores y plantas silvestres fruto de su pasión por la botánica, a la que se suma su interés por la literatura y las artes plásticas.

 

Andoni apoya sus teorías en un decálogo filosófico de la innovación, que resumen su trabajo en los últimos diez años:

 

1. Cambiar de lentes, observar las cosas siempre con "ojos nuevos".

2. Pensar con los 5 sentidos. Sentir en vez de pensar.

3. Cooperar, tanto con los más próximos como con otros que aunque estén lejos nos pueden ayudar.

4. Ser diferente. Expresarse con identidad propia. Think local, act global.

5. Sistematizar modelos de innovación a través de un lenguaje común.

6. Improvisar desde el control, no sólo como reacción a los problemas.

7. Huir de la obviedad, cambiar convenciones, arriesgarse.

8. El objetivo es lo principal, para qué se quiere innovar. La técnica, el producto... Son sólo las herramientas.

9. Personalizar las propuestas innovadoras

10. Crear una "atmósfera de propósitos". Pensar no sólo en lo que se es, sino también en lo que se quiere ser. Y expresarlo.