La destilería Siderit nació hace 5 años en Cantabria con el sueño de producir bebidas premium de alta calidad, combinando formas artesanales muy identificadas con el territorio con equipos de producción innovadores. Lo hizo en plena crisis para dar un puesto de trabajo estable a sus dos fundadores, David Martínez y Rubén Leivas. La aventura de estos dos emprendedores empezó en una nave de 80 metros cuadrados fabricando 6.000 botellas al año. Hoy se han mudado a una nueva fábrica diez veces mayor y venden 250.000 unidades al año en más de 35 países. El 85% de sus ventas está en el exterior.

 

 

Destilería Siderit tiene en el mercado las ginebras Gin Siderit Classic, Siderit Gingerlime, Siderit Hibiscus; Vodka Siderit Lactée; y Vermut Siderit. Y ya tienen otro reto por delante: el whisky también llevará marca Siderit.

 

 

Siderit es la única marca que destila en alambiques de vidrio en columna fraccionada con reflujo, muy utilizados en los laboratorios, pero poco explorados en el sector bebidas por su baja capacidad de producción y carestía, a pesar de que la pureza de cada destilado equivale a cinco destilaciones en un alambique tradicional de metal. La conexión con el territorio viene dada por el uso de botánicos endémicos de Picos de Europa como Syderitis Hissopifolia o té del puerto, que da nombre a la marca, en su ginebra y la elaboración del vodka a partir de alcohol obtenido por la fermentación de los azúcares de la leche, en lugar de la patata como es habitual.